Un viaje largo en avión puede ser una experiencia agotadora y aburrida, pero también una oportunidad para relajarse y disfrutar de la lectura, la música o las películas. Sin embargo, para que el viaje sea lo más cómodo posible, es importante elegir bien la ropa y los accesorios que llevaremos. Aquí te damos algunos consejos para vestirte adecuadamente para un vuelo de larga duración.
Elige prendas ligeras, sueltas y transpirables
Evita las telas sintéticas que puedan causarte irritación o alergia, y opta por el algodón, el lino o la seda. Estos materiales son frescos, suaves y permiten que tu piel respire. Lo ideal es llevar varias capas de ropa que puedas quitarte o ponerte según la temperatura del avión o del destino. Por ejemplo, puedes llevar una camiseta de manga corta, una sudadera con capucha y una chaqueta ligera. Así podrás adaptarte a los cambios de clima y evitar el frío o el calor excesivo.
Además de elegir bien el material y el grosor de las prendas, también debes tener en cuenta el color y el diseño. Los colores claros y neutros son más adecuados para los viajes largos, ya que no se ensucian tanto y combinan con todo. Los diseños simples y lisos también son preferibles a los estampados o los bordados, ya que no llaman la atención ni se arrugan tanto.
Usa zapatos cómodos y fáciles de quitar y poner
Los pies suelen hincharse durante los vuelos largos, así que evita los zapatos apretados o con tacón. Lo mejor es llevar unos zapatos planos o unas zapatillas deportivas que te permitan caminar por el pasillo o hacer algunos estiramientos. También puedes llevar unos calcetines gruesos o unas pantuflas para mantener los pies calientes y protegidos. Es recomendable quitarse los zapatos durante el vuelo y masajearse los pies de vez en cuando para mejorar la circulación y evitar la hinchazón.
A la hora de elegir los zapatos, también debes tener en cuenta el clima del lugar al que vas a viajar. Si vas a un lugar frío o lluvioso, puedes llevar unos botines o unas botas impermeables que te protejan del agua y del frío. Si vas a un lugar cálido o soleado, puedes llevar unas sandalias o unas alpargatas que te den frescor y comodidad. En cualquier caso, procura que los zapatos sean fáciles de quitar y poner, ya que tendrás que hacerlo varias veces durante el viaje.
Lleva un pañuelo, una bufanda o una manta
Estos accesorios pueden servirte para cubrirte del frío, taparte los ojos para dormir o apoyar tu cabeza o tu cuello. Además, pueden darle un toque de color o de estilo a tu atuendo. Puedes elegir un pañuelo o una bufanda de un material suave y ligero, como la seda o el algodón, y enrollarlo alrededor de tu cuello o de tu cabeza. También puedes llevar una manta pequeña o una sudadera que puedas usar como almohada.
Estos accesorios también pueden ayudarte a crear diferentes looks durante el viaje. Por ejemplo, puedes usar un pañuelo como cinturón, como diadema o como bolso. Puedes usar una bufanda como chal, como vestido o como falda. Puedes usar una manta como poncho, como capa o como manta. Así podrás variar tu aspecto sin tener que llevar mucha ropa.
Evita los accesorios innecesarios o molestos
Los cinturones, las joyas, los relojes o las gafas de sol pueden ser un estorbo a la hora de pasar por los controles de seguridad o de acomodarte en tu asiento. Además, pueden causarte incomodidad o presión durante el vuelo. Lo mejor es guardarlos en tu equipaje de mano o en un bolsillo con cremallera. Si quieres llevar algún accesorio, elige uno que sea sencillo y cómodo, como unos pendientes pequeños, una pulsera fina o un anillo discreto.
También debes evitar los accesorios que puedan hacer ruido o molestar a los demás pasajeros. Por ejemplo, los auriculares con cable pueden enredarse o engancharse con algo. Los auriculares sin cable pueden perderse o quedarse sin batería. Los collares o las pulseras con cascabeles o monedas pueden sonar y distraer a los demás. Los sombreros o las gorras pueden tapar la vista o el espacio de los demás.
Lleva ropa interior cómoda y adecuada
Es importante que te sientas bien con la ropa interior que llevas, ya que puede afectar a tu estado de ánimo y a tu salud. Elige prendas que no te aprieten ni te rocen, y que sean de un material suave y absorbente. También puedes llevar un sujetador deportivo o sin aros para mayor comodidad. Si vas a viajar a un lugar con un clima diferente al tuyo, ten en cuenta la ropa interior que vas a necesitar allí y llévala en tu equipaje de mano.
Por ejemplo, si vas a un lugar frío, puedes llevar unas braguitas térmicas o unas mallas que te mantengan caliente. Si vas a un lugar cálido, puedes llevar unas braguitas de algodón o unas tangas que te den frescor y transpiración. Si vas a un lugar húmedo, puedes llevar unas braguitas impermeables o unas compresas que te protejan de las infecciones. Si vas a un lugar seco, puedes llevar unas braguitas hidratantes o unas cremas que te cuiden la piel.
Con estos tips, podrás vestirte para un viaje largo en avión sin renunciar a tu comodidad ni a tu estilo. Recuerda también hidratarte bien, moverte cada cierto tiempo y relajarte durante el vuelo.
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